jueves, 27 de septiembre de 2012

Practica 1


En una noche cualquiera



Si mal no recuerdo todo ocurrió hará un par de días. Era una de esas noches en los que crees que el mundo no te trata del todo bien y preferirías tener que fregar la cubierta de cien barcos de carga antes que permanecer un solo segundo más en el mismo lugar. En fin, tras deambular por el puerto varias horas decidí entrar en un bar; dicen los de por aquí que allí es donde uno debe ir cuando tiene uno de esos días, y la verdad que un trago de whiskey no me iba a venir nada mal. Así es como decidí entrar en aquel antro.

Podía olerse antes de poner un pie en él que no me iba a sentir un extraño en ese lugar. Y no me equivocaba lo más mínimo; una nube de humo ambientaba el local, muy poco iluminado por cierto, de fondo, como si de un hilo musical se tratase sonaba el golpeo de las pipas que esperaban ansiosas volver a ser de nuevo rellenadas de tabaco y los vasos de cristal siendo golpeados bruscamente contra la madera de las mesas.

Entré y me senté en la barra, junto a un tipo que miraba el televisor. Parecía enfadado, no paraba de quejarse. Sinceramente no me importaba, yo solamente había entrado a tomar un trago, solo eso; un trago.

Tras es tercer whiskey, y viendo que sus maldiciones no cesaban decidí preguntarle. No se le veía un marinero, quiero decir, sus ropas no estaban sucias y desgastadas como las del resto de grumetes, bebía cerveza y no parecía ser un mal tipo; además utilizaba palabras que no entendía; así que decidí interesarme por él.

Me giré, me presenté y sin darle tiempo para asimilar lo que ocurría le pregunté en un tono amigable por que le indignaba tanto el contenido de aquel cubo catódico, a lo que él me respondió que estaba harto de la televisión y sus anuncios, que no le dejaban ver en paz su programa; cada vez que se ponía interesante la trama hacían un corte publicitario y cuando volvían a emitirlo ya había perdido el hilo y cambiaba de canal.

Ver a aquel hombre tan indignado me dio que pensar.  Un medio de comunicación como la televisión ha gozado siempre de mucha audiencia, ello a influido en la cantidad de anunciantes que pedían a gritos treinta segundos de su franja horaria para poder darse a conocer, y a poder ser en “prime time”. Tanto fue así que saturaron el mercado a pesar de los elevados precios, y las cadenas de televisión se llenaron de publicidad, anteponiendo su contenido a estas. En un principio esto no era un problema, pero a la larga si lo ha sido. A nadie le gusta que le interrumpan masivamente un programa o la película que está viendo, y menos aún que lo “acribillen” con mensajes de “cómprame”, “soy el mejor” o “soy el más barato”. ¿Os imagináis que estáis viendo “La caza del octubre rojo” y de repente mientras el submarino se sumerge cortan e intentan venderte cuchillas de afeitar? ¿Quién en su sano juicio no odiaría esas cuchillas por haberle cortado su película?

Eso es más o menos lo que ha ocurrido con la publicidad en la televisión. Se ha estancado en un modelo que funcionaba hace 10 o 20 años; pero ahora no. Por ello  la inversión publicitaria ha comenzado a descender un 15% en el pasado trimestre según infoadex en este tipo de medios convencionales.  Actualmente existen otros medios de comunicación no convencionales como Internet en los cuales los usuarios somos los “dueños” (lo escribo entre comillas por que no es cierto del todo) de la programación y su contenido. En intenet podemos ver un aumento del 6,4% (a pesar del gran descenso en el resto) de la inversión publicitaria en esos medios. Internet lleva en auge desde el 2010 con un aumento de un 13%. http://periodistas21.blogspot.com.es/2010/10/la-publicidad-en-internet-crece-un-20.html

El público se ha mantenido pasivo hasta ahora, dado que no tenia otras vías de información. Eso ha cambiado. Vivimos en un sistema global en el que tenemos la posibilidad de alcanzar información de forma directa, de primera mano y en tiempo real de lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Por ello, es necesario que los mass media se adapten a esta nueva situación.
Los anunciantes tienen nuevas plataformas con las que crear unos mensajes nuevos y seductores con los que enganchar de nuevo al público. Existen más canales de comunicación y un campo de trabajo mucho más amplio.

La publicidad no se había quedado estancada, los que estaban parados eran los creativos, dado que su sistema les funcionaba; repetir hasta la saciedad un mensaje en un medio convencional era su producto estrella. Ahora en tiempos de crisis es cuando más original se ha de ser. Ya no se valoran las grandes campañas impuestas a golpe de talonario; ahora lo que se premia es la creatividad y la interacción, ¿y que mejor modo de hacerlo que en una plataforma tan grande como Internet o la propia calle?

Las personas no quieren oír el discurso arcaico y desgastado que tanto han utilizado las marcas en los 90; quieren conocer el de primera mano, tocarlo, sentirlo; vivir nuevas experiencias con él… Todo esto es lo que nos brinda este caótico y brillante tiempo, todo un mundo de experiencias al alcance del consumidor.

El mundo y los enseres que lo habitamos cambiamos a una velocidad abismal, por ello toca reinventarse. La utilización de soportes no convencionales está siendo actualmente un éxito (en Internet, street marketing…) ¿pero podemos asegurar si esto continuará siendo así? Sólo podemos esperar, ver como se utilizan estos soportes. Si repetimos el mismo patrón que el que hemos visto en televisión estos medios estarán abocados al fracaso. Sin embargo, si decidimos apostar por la innovación y ponemos por delante de la marca la satisfacción de los consumidores, vaticino un buen futuro para el mundo de la comunicación.

Si actualmente quieres ser un buen comunicador lo primero que debes tener en cuenta es tu público, conocerlo y entender sus necesidades e inquietudes debería ser tu prioridad. Encontrar trabajo actualmente es complicado, dado que existe mucha gente con características similares; por ello lo interesante es instruirse, formarse libremente y destacar sobre el resto por algo. Esto significa leer, ver cine, interesarse por la cultura que nos rodea; que en muchas ocasiones es gratuita…
Y así, con mi vaso en la mano me quedé pensando en la barra, solo; solo yo y mis pensamientos.

martes, 25 de septiembre de 2012

Presentación



El Capitán Haddock


Soy el Capitán Haddock, un viejo lobo de mar que ha pasado toda su vida en la cubierta de un barco. Allí he crecido, me he ganado el pan con el sudor de mi frente, he soñado, he visto cosas que no podría describir con palabras y he sentido sensaciones que jamás volverán a mi. He aprendido lenguas nuevas y desconocidas hasta entonces, he corrido por las cubiertas más ásperas y por las praderas más verdes. He sentido el frío, y el miedo, el placer y el dolor. He conocido la angustia y he observado amaneceres más preciosos que los que describía Julio Verne en sus novelas…   pero sobretodo, he disfrutado.

Desde que tengo uso de razón he surcado los mares en busca de aventuras, de nuevas experiencias, de descubrir lugares y a la gente que los habita, conocer sus culturas, relacionarme con ellos… He pasado largo tiempo buscando la felicidad en mis viajes; y no creáis que no la he encontrado en muchas ocasiones. Pero tras tantas travesías he descubierto que la felicidad no se esconde detrás del final de cada aventura, si no en el camino que se recorre para conseguirla, y en la expectativa de poder embarcarme en una nueva.

Y ahora, tras muchos años en alta mar he decidido volver a tierra, con la intención de embarcarme en la que promete ser la más trepidante de mis aventuras; encontrar mi sitio entre el resto de marineros de agua dulce, y estoy dispuesto a hacer lo que sea para conseguirlo; lo que sea.
He decidido abrir este portal para poder aprender más cada día, y para poder compartir con el resto de grumetes mis aventuras en tierra firme. Todos tenemos algo que aprender del mundo y algo que poder ofrecerle; y no he encontrado mejor manera de hacerlo que esta, un blog.